Nubes de tormenta

Cuando las cosas se ponen complicadas, en realidad sirve para ver el material del que se está hecho. No lo entiendan por lo que no es (mis cuitas de las últimas semanas), es otra cosa sobre la que voy a guardar una prudencial discreción. Una norma que nunca debí romper.

Volviendo al motivo del post, el que se planteen problemas que no te esperas, que te llegan de golpe, igual que estar en medio del mar en un velero en una tarde de calma chicha, en la que en 3'2 segundos ves unos nubarrones enormes por el horizonte, que no auguran nada bueno (se llaman cumulonimbos, bonita palabra) y hace que uno se agobie, pero hay tiempo para reaccionar, dando una solución para que la tormenta pueda capearse, llegando a buen puerto. En el momento en el que llegues, dispondrás de la tranquilidad para plantearte cambiar de barco.

Ni te puedes permitir un ratito para venirte abajo, porque es desperdiciar el tiempo, además puede haber personas a tu alrededor que dependen de que se haga bien la parte que te corresponde, igual que ellos tienen una responsabilidad similar. El tiempo del que se dispone, antes de que llegue la tormenta, es suficiente para hacer todo lo que esté en tu mano.

En mi caso implicará que me cambiará el humor y me pondré en modo tenso/mosqueado/cabroncete. No piensen que uno se siente contento porque pasen estas cosas, pero desde luego no me voy a quejar por lo injusto que sea el mundo, lo dejaré para después.

Esto no entra en la categoría de marrón, es más serio que los problemas de un informático con sus servidores, por muy insensato que parezca la mayoría de las veces.