Le pase a un amigo un artículo de Jot Down Magazine sobre la serie Lou Grant que es notable por la utilización del artículo para trazar los problemas de una profesión que considero importante pero también es un gran engaño perpetrado por ellos mismos (o por sus dueños).
En cualquier caso hay algo en lo que no caen los periodistas. Para que el conjunto de ellos hagan un buen trabajo es necesario que sus lectores sean muy infieles. Los lectores debemos ser muy promiscuos, de lo contrario la cagaremos al permitirnos ver solo un lado de la verdad (o de la mentira) que nos cuenten.