lunes, enero 25, 2016

Después de la litotricia

Cuarenta y ocho horas después de la litotricia me queda un buen trecho por recorrer. El viernes a las 9:30 de la mañana me tenían en la camilla de la máquina (Dornier es el fabricante). Estuvieron aplicando ondas hasta llegar a una intensidad de 7, empezando desde 3. Un total de ondas de 3000 sw (desconozco el significado de sw) y potencia acumulada de 130 mJ (miliJulios).

La duración de la sesión de ondas no la puedo concretar, 30-40 minutos creo que pero no lo puedo asegurar. En cualquier caso, si cada onda era generada por los clack de la máquina, podían ser unos 50 minutos (la frecuencia de los clack era de uno por segundo). Los doctores y enfermeros se extrañaron de mi tolerancia al dolor, ya que apenas sentía molestias, aunque me administraron Midasolam (relajando muscular) y Meperidina (opiode sintético) como calmantes.

Al finalizar la sesión, me quitaron la bolsa y me pusieron un tapón en el catéter. Según los doctores "La fragmentación fue, en apariencia, favorable". También me indicaron que si presentaba dolor en el riñón o fiebre, tendría que ponerme la bolsa y quitar el tapón del catéter. Me recomendaron que hiciera un ejercicio que facilitaría la expulsión de los restos de la piedra, que consiste en ponerse de puntillas y dejarse caer bruscamente sobre los talones. Ese ejercicio lo he realizado en una única serie de sesenta saltitos, cada una o dos horas, según me acordaba. No había leído nada sobre el mismo antes.

El mismo viernes, a las cinco de la tarde, me empezó a dar fuerte el dolor de riñón por lo que tuvimos que abrir el tapón, relajando la presión, durmiendo toda la noche del viernes al sábado con la bolsa. El sábado por la mañana volvimos a poner el tapón y hasta el domingo por la tarde, en la que tuvimos que volver a abrir el tapón, pero lo volvimos a dejar cerrado.

Pasadas las cuarenta y ocho horas no he tenido hematuria, si que he sentido molestias en la zona de la vejiga y uréter, en paulatino descenso. Las molestias son como resquemores. El viernes y sábado orinaba algo más oscuro, inapreciable, pero no he podido recoger ningún resto en el colador, creo que el colador de tela no es el más adecuado. El domingo orinaba más claro.

El lunes cambié el método para la recolección de restos y comprobar si había piedras, orinando en un bote de cristal, dejando que se asentaran los restos. Mantengo mis dudas de que los restos sean de la piedra o no, ya que por el medicamento tamsulosina que estoy tomando para relajar los conductos (uretra y uréteres) o del antibiótico (ciprofloxacina) podían ser otras sustancias.

La máquina de la litotricia (litotriptor) era una Dornier, aunque desconozco el modelo. Supongo que a lo mejor se puede encontrar el modelo exacto en los B.O.J.A. por los contratos de mantenimiento, pero no he conseguido dar con él.

miércoles, enero 20, 2016

Parte de piedra número nueve

Hoy iniciaba la novena semana. Todo parecía que iba a seguir la misma tónica que las últimas semanas, sin novedades en el frente, pero a última hora de la mañana he recibido una llamada para darme la cita para la litotricia. No será un camino de rosas, pero estoy encantado de tomarlo.

lunes, enero 11, 2016

Ocho semanas de la piedra

Mañana se cumplirán las ocho semanas exactas, casi dos meses. Sigo sin que me den cita para el inicio de la litotricia.

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