Ante la insistencia de un amigo para que le contara el secreto, encontré un argumento adecuado para evitar contar el secreto. Se basa en un principio de confianza. Este amigo me puede contar secretos que le afectan a él, esos secretos que me cuente querra que no los revele a otras personas por los motivos que sean. Si yo ahora le cuento el secreto, la confianza que pudiera tener en mi para guardar un secreto se vería reducida, porque sabe que cuento secretos. Por esa razón, no le puedo contar ningún secreto. Así podrá seguir confiando en mí cuando llegue la ocasión.
Es un principio de discrección discreta.
Es un principio de discrección discreta.
Para estos casos hay una frase de alguien importante (o no) que me gusta mucho.
ResponderEliminar- Dimelo, dimelo, dimelo, dimelo... (aplíquense los argumentos apropiados)
- Tu sabes guardar un secreto?
- Si, claro
- Yo también
Pienso igual que tu. Si un amigo cuenta los secretos de otro amigo, ¿porque no iba a contar los mios a otros amigos?. :)
ResponderEliminarBien, creo que es la forma correcta de pensar y actuar.
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