Con la fresquita mañanera empiezaré a dar las clases de conducir. Buena forma de despertarse, cuando me de cuenta tengo el cinturon puesto, el airbag ha saltado y la profesora estará golpeando mi cabeza por mi falta de concentración.
Y las calles aún no estarán puestas, que es lo peor de todo.
Y las calles aún no estarán puestas, que es lo peor de todo.
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