Me pegue una escapadita por madrid durante esta semana santa. He estado dandoles algo de caloo al Meyson y a Elena que llevan unos meses viviendo juntos por aquellos lares.
El jueves prepare un macuto rápido (bolsa del día) y parti para allá, saliendo a las dos de tarde y llegando a las siete. El tomtom es la monda para eso. Tan fácil como darle la dirección de alcobendas y seguir sus instrucciones al pie de la letra.
En el viaje de ida tire por Córdoba. El viernes, después de comer chícharos, aproveche para ir con Dani a ver el museo de arte moderno Reina Sofia en el que ponían una exposición temporal de Picasso. Me gusto mucho la parte de arte contemporáneo, aunque había obras que no las entiende ni el que la ha hecho. De la parte de Picasso no me gustó tanto.
Y el Sábado fui con Elena al otro museo, el del tyssen-bornemitza (o como coño se escriba). Nos hartamos de reir viendo algunos cuadros y nos llevamos una sorpresa con la exposición de Modigliani, que continuaba en otro lugar, en la fundación Caja Madrid. En el camino de un sitio a otro nos encontramos con un paso de semana santa en Madrid, con sus nazarenos y su banda de música. A la vuelta, nos dió tiempo a dormirnos en el metro :-)
Por la noche, partida de Muschin, para frikear un poco.
Ya el domingo, por la mañana temprano (las diez), a partir para Sevilla, esta vez tirando por Mérida -la ruta de la plata-, para llegar a las cuatro de la tarde. Sin tráfico y tranquilito.
PD: Nunca vayan a comer en un Gambrinus en Madrid.
El jueves prepare un macuto rápido (bolsa del día) y parti para allá, saliendo a las dos de tarde y llegando a las siete. El tomtom es la monda para eso. Tan fácil como darle la dirección de alcobendas y seguir sus instrucciones al pie de la letra.
En el viaje de ida tire por Córdoba. El viernes, después de comer chícharos, aproveche para ir con Dani a ver el museo de arte moderno Reina Sofia en el que ponían una exposición temporal de Picasso. Me gusto mucho la parte de arte contemporáneo, aunque había obras que no las entiende ni el que la ha hecho. De la parte de Picasso no me gustó tanto.
Y el Sábado fui con Elena al otro museo, el del tyssen-bornemitza (o como coño se escriba). Nos hartamos de reir viendo algunos cuadros y nos llevamos una sorpresa con la exposición de Modigliani, que continuaba en otro lugar, en la fundación Caja Madrid. En el camino de un sitio a otro nos encontramos con un paso de semana santa en Madrid, con sus nazarenos y su banda de música. A la vuelta, nos dió tiempo a dormirnos en el metro :-)
Por la noche, partida de Muschin, para frikear un poco.
Ya el domingo, por la mañana temprano (las diez), a partir para Sevilla, esta vez tirando por Mérida -la ruta de la plata-, para llegar a las cuatro de la tarde. Sin tráfico y tranquilito.
PD: Nunca vayan a comer en un Gambrinus en Madrid.
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