Mi calle amanece oliendo a perrunillas, seguro que hay un horno cerca. Y por la noche, cuando refresca, huele a leña quemándose en chimeneas.
Si alguien me hubiese dicho que en pleno centro de Sevilla oleria igual que en el pueblo de mis padres no le hubiera creido.
Si alguien me hubiese dicho que en pleno centro de Sevilla oleria igual que en el pueblo de mis padres no le hubiera creido.
Ay, si yo te contara... Me crié en el centro, soy del centro, y adoro sus "perfúmenes". La peña no se lo cree, pero el centro, es un pueblo.
ResponderEliminarCampanas, olores, colores, poco tráfico (sí... poco tráfico. "Pa tráfico", la avenida de la soleá, o la palmera...) y lo mejor... la gente se conoce.
Cierto, es como un pueblo. Igualito, hasta en lo de que la gente se conoce.
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