Conducir me relaja, lo disfruto mucho y ahora con el coche nuevo, es mejor. Por razones obvias, voy pendiente de todos los detalles de la carretera -coches, señales, etc-. No hay que ir ni rápido ni lento, a la velocidad adecuada. Cada kilómetro es saboreado en su justa medida.
No me he metido en una carretera de esas aburridas para hacerle kilómetros al coche, es más entretenido dar la vuelta a Sevilla por la SE30, que ha sido lo que he hecho al llevar a mi hermana a la clases del curso, que hoy no se atrevía a coger el coche al estar lloviendo. Al dejarla en la academia, en lugar de volver por el lado de Pino Montano, he vuelto por el otro lado de la SE30, dando la vuelta completa por el puente del V Centenario, con su salsa en forma de atasco al subir el puente.
La distancia es la misma que si hubiera hecho el camino habitual de regreso, pero me quitaba del atasco de Pino Montano y Alamillo, que es más pesado que el del puente del V Centenario.
No me he metido en una carretera de esas aburridas para hacerle kilómetros al coche, es más entretenido dar la vuelta a Sevilla por la SE30, que ha sido lo que he hecho al llevar a mi hermana a la clases del curso, que hoy no se atrevía a coger el coche al estar lloviendo. Al dejarla en la academia, en lugar de volver por el lado de Pino Montano, he vuelto por el otro lado de la SE30, dando la vuelta completa por el puente del V Centenario, con su salsa en forma de atasco al subir el puente.
La distancia es la misma que si hubiera hecho el camino habitual de regreso, pero me quitaba del atasco de Pino Montano y Alamillo, que es más pesado que el del puente del V Centenario.