Hoy, primer día despues de nochebuena, en mi casa la normalidad es la tónica dominante. Mis padres han salido y me han dejado a cargo de mis hermanos. Todo es silencio, interrumpido por mi hermano, que de vez en cuando me pregunta cosas sobre la comida. Es asombroso, pero está preparando comida. Una suceso a destacar.
Por lo demás todo correcto. El día 25 ha sido siempre un día perdido, un día en donde no pasa nada. La diferencia con otros años es que me he decidido a crear mi propio blog -oh, la palabra del año-. Como declaración de intenciones no hay nada que declarar. Ya veremos que tal sale el experimento blogolita.
La culpa de todo esto la tiene el día 25 que como dice mi madre, 'Cuando el demonio no tiene nada que hacer, abre el culo y palpa moscas'. Ademas, no tengo resaca de la noche pasada puesto que la fiesta del 24 fue moderamente estupenda, sin excesos. Y para acabar, me voy a comer, que me reclaman insistentemente y la comida se enfria.
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