Es muy posible que la sesión preparatoria de personajes para la partida de rol que hicimos el sábado pasado por la tarde haya sido la más diferente en la que he estado nunca y en la que nunca más estaré.
Para comenzar, las cinco jugadoras no tenían ninguna experiencia previa. Dos de ellas iban con sus bebés de pocos meses (de entre tres y seis meses, Paula y Daniel), teniendo momentos de "tiro los dados mientras le doy el pecho a mi hijo". Algo bastante infrecuente. Hasta el sábado, ninguno de los jugadores de rol que conozco me podría decir que lo había hecho.
Para comenzar, las cinco jugadoras no tenían ninguna experiencia previa. Dos de ellas iban con sus bebés de pocos meses (de entre tres y seis meses, Paula y Daniel), teniendo momentos de "tiro los dados mientras le doy el pecho a mi hijo". Algo bastante infrecuente. Hasta el sábado, ninguno de los jugadores de rol que conozco me podría decir que lo había hecho.
Creo que estaban preocupadas de como transcurrirían las cosas, ya que se podía pensar que sus hijos podían ser un incordio o que hubiera mucha confusión porque preguntaran muchas cosas. No fue así, primero porque las madres conocen a sus hijos y saben como tratarlos para que estén tranquilos. Segundo, porque por preguntar no pasa nada y siempre que se mantenga un orden y un respeto, todo el mundo aprende.
Por supuesto, juntar a cinco jugadoras inexpertas podía ser tachado de una temeridad por mi parte, pero no es para tanto. Podría decir que después de años dándoles largas, me cogieron en un renuncio y ya no podía echarme atrás, pero sería faltar a la verdad. Creo que el rol es para todo el mundo y no entiende de edades ni nada más, sólo de ganas de jugarlo.
Además, las partidas no las juega el master, sino que son los jugadores los que la hacen posible, para bien o para mal. En este caso, se conocen entre ellas desde hace muchos años y van con una predisposición e ilusión fantástica de jugar y aprender algo de lo que no saben nada.
De momento, creo que el primer día fue todo bien. Espero que les gustara, aunque les mandé deberes para casa (escribir el trasfondo de sus personajes).
PD: Creo que los dos bebés necesitan su hoja de personaje, aunque sean personajes no jugadores. Cuando sean grandes podrán decir que a los pocos meses estuvieron en una partida de rol.
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