Una vez superado el problema de desenroscar los pedales (me compré una llave fija del 15, especial para bicicletas, con palanca suficiente para ejercer la fuerza necesaria), el sábado pude hacer mi primera ruta utilizando los pedales automáticos. Fueron treinta cinco kilómetros, haciendo una parte de la ruta que se conoce como ruta del agua.
Puse los tensores de los pedales en la posición más floja, para evitar correr riesgos innecesarios y caerme al suelo por no conseguir desenganchar los pies a tiempo. Con todo, al principio me costaba encajar bien los pies, pero fuí con cuidado y precaución, siendo cada vez más sencillo. Al final de la ruta, enganchaba y desenganchaba los pies casi sin darme cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario