Pues ayer le toco el turno a la debian testing (wheezy) de mi trabajo, en una de las actualizaciones diarias que realiza me colocaron la nueva gnome shell que ha causado un revuelo en mi tranquila forma de trabajar.
Estoy acostumbrado a currar con cuatro workspaces, en donde distribuyo las aplicaciones en función de lo que voy haciendo: una primera donde pongo el correo junto con el navegador que tiene dos pestañas para la helpdesk y el nagios. En el segundo workspace mantengo el lilac y los diferentes terminales de los servidores a los que que me voy conectado. En el tercero mantengo una maquina virtual, el centricStor y el networker.
Esta rutina la he mantenido muchos años, sin cambios durante este tiempo (desde Sarge), con lo que cuando me encuentro la Shell, con tantos movimientos de ratón y efecto visual extraño, me he irritado bastante. El modo gruñon ha salido a la superficie. El hecho por ejemplo de que no se pueda borrar un archivo desde el nautilus con la tecla suprimir (para ello te vas al meno o pulsar ctrl+supr!) o que para ver la opción de apagar el equipo haya que pulsar la tecla ALT, me parecen ridículas. No entiendo porque han eliminado esas funcionalidades. No suponen mayor consumo de recursos ni nada.
Otra de las cosas que hecho en falta son las opciones de personalización. Ya de por sí gnome trae pocas opciones, pero la gnome shell se han colado tela marinera con la ausencia de ellas.
En fin, no me queda más remedio que aguantarme. Creo que con la gnome shell han primado unos valores de hacer un escritorio efectista, parecido a un macos o windows vista, que hacer un escritorio comodo para trabajar y que no suponga ningun trauma para los que estan usando gnome desde hace tiempo. Si realmente quisiera algo de eso, hubiera comprado un macos o un vista.
Pienso que una de las virtudes del gnome de toda la vida, era no someterse a los caprichos técnicos de un grupo de programadores que quiere mostrar de lo que son capaces de hacer gráficamente, sin pensar en los pobrecitos de los usuarios que día a día utilizando el escritorio como herramienta de trabajo, que hace lo que se le pide, sin complicar la vida. Aunque es evidente, que también gnome ha sido demasiado talibán con algunos aspectos, como por ejemplo eliminar opciones de configuración a nivel hiperdetalle como hace KDE, no lo veo a negar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario