Resulta la mar de incómodo estar sentado en el trono de fría cerámica blanca elucubrando planes de dominación mundial y que la tapadera del váter te golpee, sin previo aviso, en la espalda.
Igual de incómodos son aquellos inodoros/sanitarios en los que por una mala previsión la tapadera no queda nunca de pie, terminando siempre reposando sobre tu espalda, porque pusieron el váter demasiado pegado a la pared o la cisterna demasiado cerca de la taza.
Creo que entre más mayor voy siendo, más me doy cuenta de que para poner un váter es necesario estudiar una ingeniería.
Igual de incómodos son aquellos inodoros/sanitarios en los que por una mala previsión la tapadera no queda nunca de pie, terminando siempre reposando sobre tu espalda, porque pusieron el váter demasiado pegado a la pared o la cisterna demasiado cerca de la taza.
Creo que entre más mayor voy siendo, más me doy cuenta de que para poner un váter es necesario estudiar una ingeniería.
Recuerdo que me matriculé en primero de vateronomía, pero no pude acabar ni el primer curso.
ResponderEliminarLlegaste a hincar los codos?
ResponderEliminarEs como todo, para construirlos hace falta ingeniería, pero para destrourlos sólo un mazo grande.
ResponderEliminarO no poner bien los tornillos...
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