Mi hermana ha decidido jubilar mi viejo coche, que estaba en las últimas. Un lástima que no hubiese aguantado más, porque el dinero que se ha gastado en estos meses, para subsanar varios estropicios mecánicos e incluso ponerle el aire acondicionado, no ha servido de mucho.
Catorce años ha aguantado el pobre, hasta que ha dicho basta. Algunas veces, a las personas, también les ocurre lo mismo.
Catorce años ha aguantado el pobre, hasta que ha dicho basta. Algunas veces, a las personas, también les ocurre lo mismo.
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