Para recuperar mi coche, he tenido que montarme en el autobús y cruzar media Sevilla, ya que anoche salí y me perjudiqué un poco, por lo que regresamos a casa en taxi. Montarse un domingo por la tarde en el bus es extraño. No tengo recuerdos de haberlo hecho otras veces y mi cabeza, en estado vegetativo, aún afectada por las secuelas de la resaca, no es muy fiable.
Mirando por la ventana del bus, le comentaba a una amiga esto mismo, da igual la época del año en que estemos, los domingos por la tarde siempre son otoño. Quizás los viernes y los sábados sean la primavera y verano respectivamente, pero lo del domingo es claro, siempre son otoño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario