Al llevar un año viviendo en el nuevo piso nos ha hecho fijarnos en el diferente gasto de luz, agua y gas que tenemos respecto a mis hermanos y amigos cercanos, descubriendo que pagamos más que ellos.
La primera sorpresa nos la dio la factura del gas. El mayor consumo estaba en la potencia del termo, que se la bajamos, reduciendo la factura más de la mitad.
La segunda sorpresa es el agua, que creemos se debe a un abuso por nuestra parte de darnos de vez en cuando algunos baños relajados con sales en la bañera grande :-), aunque no nos cuadra del todo (es posible que también influyan ciertos hábitos míos en la cocina como el dejar mucho tiempo el grifo abierto cuando se friega algo que no puedes meter en el lavavajillas.
La tercera sorpresa -y más importante- nos la dio la luz. Le echábamos las culpa al aire acondicionado y electrodomésticos, pero el verdadero culpable es el ordenador que está encendido las veinticuatro horas del día. Un rápido cálculo de su consumo sirvió para despejar cualquier duda (250 Wh * 24 * 30 / 1000 = 180 kWh), que es la mitad de nuestro gasto energético al mes que ronda unos 350 kWh.
La forma de hacer el calculo es bien sencilla, se toma el valor que te ofrece la fuente de alimentación del PC, este valor es la media que consume en watios por hora (Wh) y se multiplica por el número de horas al día que esta encendido y por el número de días al mes, dividiendo el total por 1000 para convertirlo a kWh. Lo mismo se puede hacer para cualquier tipo de aparato eléctrico que tengamos en casa.
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