No recuerdo que el año pasado me marcara cumplir algún propósito, y si lo hice los olvidé, no siendo realizados. Este año que entra pretendo seguir la misma línea, es decir, no me marcaré ningún propósito (bueno o malo).
Esto en sí mismo puede plantear alguna contradicción, pero lo dejo tal cual, no voy a quebrarme la cabeza analizando la lógica de los antipropósitos.
Esto en sí mismo puede plantear alguna contradicción, pero lo dejo tal cual, no voy a quebrarme la cabeza analizando la lógica de los antipropósitos.
Precisamente el otro dia, hablando con un compañero de curro, salió el mismo tema: los antipropósitos. Hablamos que sería mucho más fácil marcarse una serie de antipropósitos para, al menos, ver estos cumplidos. Pero pensándolo bien, es igual de complicado.
ResponderEliminarPor ejemplo, podría marcarme el antiprópósito de no dejar de fumar, o de no apuntarme a un gimnasio, o de no sacarme el carnet de conducir... Pero ¿quien sabe? quizás este año toque cumplir alguno o todos estos propósitos... así que la conclusión es: es tan absurdo proponerse algo como todo los contrario...
No soy muy amigo de planear cosas con antelación... y menos para todo un año.