En el quinto día sólo tenia marcada una cosa que hacer, era pasarme por el mercado de San Antoni (se escribira asi?).
Es un mercado callejero donde la gente pone sus libros y otras cosas interesantes -juegos, cartas, peliculas- a la venta. Hay algunos que tambien ponen stands donde comprarlos. Es el sitio ideal para encontrar aquel libro que está descatalogado.
Para llegar allí, cogimos el carrilet y luego el metro, dejandonos en la puerta del mercado. Llamé a Edu y Virginía porque tenian ganas de pasarse, pero la noche de Barcelona deja secuelas y no tenían el cuerpecito para pasarse por allí.
Aproveché y me compre Dracula de Bram Stoker, aunque podría haberme comprado una docena de libros más.
La vuelta a Sant Boi fue también en el metro+carrilet y cuando me dí cuenta, habia engullido un plato de cochinillo (que estaba muy bueno) y ya estaba en el aeropuerto de Barcelona despidiendome de Josemari, Nuri y Vero.
Alli estaba Edu y Virginia esperándome para sacar la tarjeta de embarque, después de sacarla nos encontramos con Maria y Emilio que también volvian con nosotros. Como nota curiosa, también me encontré en la cola de revisión del equipaje de mano, con Maria, una amiga de Camas, que también habia estado unos días Barceloneando. Y en un santiamen, estaba bajándome del avión en Sevilla, donde me esperaba mi padre que habia venio a recorregerme.
Las conclusiones las dejo para más adelante.
Es un mercado callejero donde la gente pone sus libros y otras cosas interesantes -juegos, cartas, peliculas- a la venta. Hay algunos que tambien ponen stands donde comprarlos. Es el sitio ideal para encontrar aquel libro que está descatalogado.
Para llegar allí, cogimos el carrilet y luego el metro, dejandonos en la puerta del mercado. Llamé a Edu y Virginía porque tenian ganas de pasarse, pero la noche de Barcelona deja secuelas y no tenían el cuerpecito para pasarse por allí.
Aproveché y me compre Dracula de Bram Stoker, aunque podría haberme comprado una docena de libros más.
La vuelta a Sant Boi fue también en el metro+carrilet y cuando me dí cuenta, habia engullido un plato de cochinillo (que estaba muy bueno) y ya estaba en el aeropuerto de Barcelona despidiendome de Josemari, Nuri y Vero.
Alli estaba Edu y Virginia esperándome para sacar la tarjeta de embarque, después de sacarla nos encontramos con Maria y Emilio que también volvian con nosotros. Como nota curiosa, también me encontré en la cola de revisión del equipaje de mano, con Maria, una amiga de Camas, que también habia estado unos días Barceloneando. Y en un santiamen, estaba bajándome del avión en Sevilla, donde me esperaba mi padre que habia venio a recorregerme.
Las conclusiones las dejo para más adelante.
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