Elisabeth Deverau bebió con avidez el té que se había preparado. La noche había sido mala. Los sueños no le dejaron descansar, al igual que las tres últimas noches. La horrible tragedia de la familia Thomson estaba fresca en su memoria. Tendría que hablar con su hermano para que le ayudase.
No le sorprendió que esa tarde recibiera la visita del atormentado Jim Thomson. Él habia tenido pesadillas. Quería despedirse de su mujer e hija, muertas en el incendio. Sabia de los dones de Elisabeth. No podría negarse, eran amigos de la infancia.
Por supuesto que no le dijo nada de sus pesadillas a Jim. En sus sueños, el incendio había sido provocado, y la mujer de Jim, Laura y su hija Ninette, fueron encerradas en la habitación de la pequeña, mientras prendían fuego a la casa familiar.
Después de que se marchara Jim, le pidió consejo a su hermano Charles. Charles era el sacerdote de River Rock y aunque no estaba muy conforme con que Eli le hablara de sus visiones y sueños, le apoyaría. Le dijo que organizaría una sesión con Jim y que recurría a Azazel.
Azazel era un espíritu con el que se había encontrado en varias sesiones anteriormente. Fue curiosa la primera vez que se encontraron, puesto que fué él quien se presentó a Eli en su adolescencia, revelándole su nombre. A partir de entonces, fue Eli la que siempre llamó a Azazel. Ya lo conocía y sabía su nombre, acudiendo en su ayuda siempre que ella se lo pidió, sabiendo como sabía que el espíritu sufría al estar en el mundo de los mortales.
Durante las sesiones espiritistas, Azazel tomaba el cuerpo de Elisabeth y leía las mentes de los asistentes, revelando secretos y mostrando la verdad, que resultaba liberadora. En esta ocasión, Elisabeth temía lo que Azazel pudiese descubrir, por ese motivo también llamo a Marcus McKane, hermano de Laura Thomson1, para que acudiera a la sesión, junto con su hermano Charles. La presencia de un sacerdote ayudaba a calmar las reticencias de Marcus, además de que temía quedarse a solas con Jim, ya que creía que fuera el responsable de la muerte de su familia.
La tarde previa a la sesión espiritista, había sido tormentosa, algo de mal agüero para Eli. Su hermano, se mostraba nervioso y quería terminar cuanto antes. No le gustaba que Eli utilizara su pertenencia al clero para calmar el ánimo de los asistentes, pese a saber que era de utilidad para su hermana. Jim y Marcus llegaron juntos. Después de los preparatorios, se pusieron manos a la obra, sentándose en torno a la mesa del salón, con la chimenea encendida. Nada más cerrar los ojos, Azazel se le presento y entró en su cuerpo. Lo que vió Azazel fue terrible.
Durante años, Marcus había estado enamorado de su hermana. La pequeña Ninette no era más que el fruto de esa pasión prohibida, consumada en una noche de violencia. Desde aquella noche, Laura escondió ese secreto, que fue utilizado por Marcus para continuar aprovechándose de ella, a escondidas de su marido Jim. La noche de la muerte de Laura, ella consiguió rechazar a Marcus, amenazándole con decir la verdad. Marcus, consumido por el odio y el miedo, encerró a su hermana en la habitación de Ninette. Allí le prendió fuego a la mansión, desoyendo los gritos de ayuda de Laura.
De repente un grito interrumpió la sesión, Charles estaba tirado sobre la mesa, inmóvil. Jim se llevaba las manos al pecho, donde tenia una herida y la sangre manaba a borbotones. Eli notaba que la vida se le escapaba, sentia la manos húmedas. Al mirarlas, estaban manchadas de su sangre. Lo último que vió fue a Marcus McKane guardándose la pistola debajo de la chaqueta preparándose para huir de la casa. Azazel abandonaba el cuerpo de Eli.
Horas después, la policía acudió a la casa de los Deverau, alertadas por un vecino que escuchó los disparos. Al entrar en la casa, vieron una dantesca escena. Tres cuerpos yacían muertos por arma de fuego. Marcus McKane aguardaba sentado en la silla, con una pistola entre sus manos. No se resistió en su detención.
Marcus McKane se declaro culpable de las muertes de Charles y Elisabeth Deverau, así como la de Jim Thomson. También se declaró culpable de la muerte Laura y Ninette Thomson. Fue condenado a muerte y ejecutado poco tiempo después.
Desde entonces, Azazel vaga por este mundo, atado a él, viajando de cuerpo en cuerpo, ya que sólo Elisabeth Deverau, la persona que le abrió le puerta para que entrase en nuestra realidad, era la única capaz de hacerle regresar, pero al estar muerta, quedó condenado a permanecer con nosotros. Estos acontecimientos ocurrieron en el año 1876.
1 El apellido de soltera de Laura es McKane.
No le sorprendió que esa tarde recibiera la visita del atormentado Jim Thomson. Él habia tenido pesadillas. Quería despedirse de su mujer e hija, muertas en el incendio. Sabia de los dones de Elisabeth. No podría negarse, eran amigos de la infancia.
Por supuesto que no le dijo nada de sus pesadillas a Jim. En sus sueños, el incendio había sido provocado, y la mujer de Jim, Laura y su hija Ninette, fueron encerradas en la habitación de la pequeña, mientras prendían fuego a la casa familiar.
Después de que se marchara Jim, le pidió consejo a su hermano Charles. Charles era el sacerdote de River Rock y aunque no estaba muy conforme con que Eli le hablara de sus visiones y sueños, le apoyaría. Le dijo que organizaría una sesión con Jim y que recurría a Azazel.
Azazel era un espíritu con el que se había encontrado en varias sesiones anteriormente. Fue curiosa la primera vez que se encontraron, puesto que fué él quien se presentó a Eli en su adolescencia, revelándole su nombre. A partir de entonces, fue Eli la que siempre llamó a Azazel. Ya lo conocía y sabía su nombre, acudiendo en su ayuda siempre que ella se lo pidió, sabiendo como sabía que el espíritu sufría al estar en el mundo de los mortales.
Durante las sesiones espiritistas, Azazel tomaba el cuerpo de Elisabeth y leía las mentes de los asistentes, revelando secretos y mostrando la verdad, que resultaba liberadora. En esta ocasión, Elisabeth temía lo que Azazel pudiese descubrir, por ese motivo también llamo a Marcus McKane, hermano de Laura Thomson1, para que acudiera a la sesión, junto con su hermano Charles. La presencia de un sacerdote ayudaba a calmar las reticencias de Marcus, además de que temía quedarse a solas con Jim, ya que creía que fuera el responsable de la muerte de su familia.
La tarde previa a la sesión espiritista, había sido tormentosa, algo de mal agüero para Eli. Su hermano, se mostraba nervioso y quería terminar cuanto antes. No le gustaba que Eli utilizara su pertenencia al clero para calmar el ánimo de los asistentes, pese a saber que era de utilidad para su hermana. Jim y Marcus llegaron juntos. Después de los preparatorios, se pusieron manos a la obra, sentándose en torno a la mesa del salón, con la chimenea encendida. Nada más cerrar los ojos, Azazel se le presento y entró en su cuerpo. Lo que vió Azazel fue terrible.
Durante años, Marcus había estado enamorado de su hermana. La pequeña Ninette no era más que el fruto de esa pasión prohibida, consumada en una noche de violencia. Desde aquella noche, Laura escondió ese secreto, que fue utilizado por Marcus para continuar aprovechándose de ella, a escondidas de su marido Jim. La noche de la muerte de Laura, ella consiguió rechazar a Marcus, amenazándole con decir la verdad. Marcus, consumido por el odio y el miedo, encerró a su hermana en la habitación de Ninette. Allí le prendió fuego a la mansión, desoyendo los gritos de ayuda de Laura.
De repente un grito interrumpió la sesión, Charles estaba tirado sobre la mesa, inmóvil. Jim se llevaba las manos al pecho, donde tenia una herida y la sangre manaba a borbotones. Eli notaba que la vida se le escapaba, sentia la manos húmedas. Al mirarlas, estaban manchadas de su sangre. Lo último que vió fue a Marcus McKane guardándose la pistola debajo de la chaqueta preparándose para huir de la casa. Azazel abandonaba el cuerpo de Eli.
Horas después, la policía acudió a la casa de los Deverau, alertadas por un vecino que escuchó los disparos. Al entrar en la casa, vieron una dantesca escena. Tres cuerpos yacían muertos por arma de fuego. Marcus McKane aguardaba sentado en la silla, con una pistola entre sus manos. No se resistió en su detención.
Marcus McKane se declaro culpable de las muertes de Charles y Elisabeth Deverau, así como la de Jim Thomson. También se declaró culpable de la muerte Laura y Ninette Thomson. Fue condenado a muerte y ejecutado poco tiempo después.
Desde entonces, Azazel vaga por este mundo, atado a él, viajando de cuerpo en cuerpo, ya que sólo Elisabeth Deverau, la persona que le abrió le puerta para que entrase en nuestra realidad, era la única capaz de hacerle regresar, pero al estar muerta, quedó condenado a permanecer con nosotros. Estos acontecimientos ocurrieron en el año 1876.
1 El apellido de soltera de Laura es McKane.
¿Y el espíritu de Laura Deverau?
ResponderEliminarEl espíritu de Laura va a donde van sea que vayan los espíritus de los mortales.
ResponderEliminarNo es Laura Deverau, sino Laura Thomson (o McKane) :) He corregido algunos nombres, que estaban cambiados. En todo caso cabria preguntarse por Elisabeth Deverau, pero ella es mortal como el resto.
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