Andaba yo en una especie de pantano, huyendo de unos matones profesionales, y me metia en un edificio abandonado, con muchas habitaciones, ojopatios y demás, allí no vivía nadie, y yo me metía por todos lados, subiendo y bajando, entrando en habitaciones, colándome en los armarios, pero los matones profesionales cada vez estaban más cerca, podía escucharlos.
Sabía que si seguía metiéndome más y más dentro del edificio sería peor, porque era donde buscarían primero los matones, además de que cada vez quedaban menos sitios para esconderme. Por eso decidí salir a una terracita que tenéa, allí vivían los matones, pero ellos no estaban, sino un niño chico, con el que me llevaba muy bien.
Allí los matones no me encontrarían, pero tenia que tener cuidado, no debía verme, por eso estaba arrastrándome por el jardincillo, mientras el niño jugaba y los matones andaban por allí sin encontrarme, hasta que el niño estaba a punto de encontrarme y antes de que lo hiciera, me entregue, entonces los matones me vieron. Aquí acaba el sueño, con una sensación de derrota, de aceptación del destino, como diciendo 'hice lo que pude, pero era imposible escapar'.
Sabía que si seguía metiéndome más y más dentro del edificio sería peor, porque era donde buscarían primero los matones, además de que cada vez quedaban menos sitios para esconderme. Por eso decidí salir a una terracita que tenéa, allí vivían los matones, pero ellos no estaban, sino un niño chico, con el que me llevaba muy bien.
Allí los matones no me encontrarían, pero tenia que tener cuidado, no debía verme, por eso estaba arrastrándome por el jardincillo, mientras el niño jugaba y los matones andaban por allí sin encontrarme, hasta que el niño estaba a punto de encontrarme y antes de que lo hiciera, me entregue, entonces los matones me vieron. Aquí acaba el sueño, con una sensación de derrota, de aceptación del destino, como diciendo 'hice lo que pude, pero era imposible escapar'.
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